Corrupción, pobreza creciente e inflación galopante: Un mortal cóctel explosivo.
El aumento de los acampes, los recortes a sectores populares, el aumento de impuestos y de retenciones… Son cada vez más las razones para creer que la política busca crear las condiciones para un estallido social. Intentan generar un choque entre las fuerzas de seguridad con los manifestantes, crean situaciones para que se de un mínimo contacto de violencia, buscan el abuso policial, buscan la violencia, buscan un muerto.
De a poco, las manifestaciones van a ir escalando, y quienes marchen van a destruir lo que esté a su paso. Se van a sumar organismos sindicales de todo el país que paralizarán el mercado, y desde movimientos sociales se llamará al saqueo, no por necesidad sino para generar pánico.
Está surgiendo un nuevo relato: “Estamos en Guerra”, pero ¿Con quién? Se construyen dos “enemigos”, un gobierno que no respeta, que no acompaña y no entiende al ciudadano, y por el otro lado, estamos en guerra contra la violencia y la escalada delictiva en todo el país.
La figura de Alberto Fernández quedó ahí, en un sujeto que desentona con la realidad del país. La propia militancia viró el apoyo hacia su vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, dejándolo completamente solo. Se le está desgranando su mesa chica y cada vez son más los ciudadanos que desaprueban su gestión.
Que se dé el salto a la violencia es cuestión de un solo día. Un mal movimiento por parte del gobierno y por parte de las fuerzas de seguridad en el control de una manifestación, o una mala estrategia judicial por parte de los grupos antipiquetes o antibloqueo empresarial.
¿Qué hay detrás de un estallido? Lo que está detrás de todo esto, es una sociedad que se ha ido transformando en el tiempo y que está dispuesta a repolitizar de distintas maneras respecto de la relación con el Estado, con las empresas, con la Constitución, entre otros”, Dra. Cristina Moyano, Universidad de Santiago de Chile.
El gobierno de los Fernández no llegó pero ni de casualidad a fortalecer la «unidad» que nos mostraron en 2019, defraudaron a su núcleo duro y no lograron «ilusionar» (si estaban convencidos que en las legislativas de 2021 que iban a arrasar) a los votantes independientes. Convencieron a los ciudadanos de que no tienen que volver más.
No todo es oscuridad en el futuro del país, Argentina está encontrando un nuevo rumbo para el país en el discurso y el carisma de Javier Milei, la ciudadanía siente una fuerte necesidad de cambio. Pero esto es para otro artículo.
Los líderes transformacionales otorgan poder a sus seguidores, movilizan el poder para el cambio apelando a los ideales y los valores morales de sus seguidores en lugar de a emociones más bajas como el miedo, la avaricia y el odio. Estos pueden seguir siendo respetados, pero pueden perder su aura de carisma cuando las necesidades de los seguidores cambian.
Joseph S. Nye Jr., Las cualidades del líder