¿Cuándo fue la última vez que escuchaste decir “Argentina está creciendo, el mundo nos vuelve abrir las puertas”?
Si bien en parte que a una nación le vaya bien depende mucho de las políticas adoptadas por el gobierno de turno, el individuo tiene un papel importante en todo esto, es la fuerza motora de la evolución y el progreso. El sector empresarial es una fuente genuina de crecientes recursos para financiar inversión dentro del estado. No sé si tenés hijos
en el secundario o si a vos mismo te pasó que hayan hablado bien del sector empresario.. No, ¿verdad? Ya ves, se tiende a demonizar a aquel que produce y genera riqueza, al que invierte su tiempo, su dinero y su conocimiento ¿Y por qué? Me voy a ir a aquello que muchos atacan, tal vez hayas escuchado alguna vez de el capitalismo, se dice que explota trabajadores, que crea pobreza, que destruye el medio ambiente, que el capitalismo discrimina contra la mujer. La palabra capitalismo contiene tantas connotaciones negativas en la mentes de las personas. Las poblaciones han olvidado aquellos valores que han permitido la liberación de la pobreza ¿cuáles valores? El ahorro y el trabajo.
Hemos perdido la cultural del trabajo y el esfuerzo, se tiende a mirar mal a aquel que trabaja y cada día le va mejor.
Hace un tiempo comenté que el Estado no debe intervenir y estar presente en todos los
aspectos de la vida de los individuos, sostengo que mientras más presencia por parte de
éste, tiende a retroceder el trabajo que han hecho otros individuos para lograr que éstos por su propia iniciativa levanten cabeza. Nuestro desafío como liberales está en hacerle ver al ciudadano aún no identificado con nuestras ideas que ellos pueden desarrollarse sin depender directamente del Estado, “el hombre, el individuo, siempre ha sido, y necesariamente es, la única fuente y fuerza motora de la evolución y el progreso. La civilización ha sido una continua lucha de individuos o grupos de individuos en contra del Estado[…]” (Emma Goldman, Individuo, sociedad y Estado)
La mente, sigamos por acá un momento, es el medio básico de la supervivencia del hombre, y su capacidad para pensar y aprender, su habilidad para descubrir nuevas formas y mejores de interactuar con la realidad.
Hay un fragmento de Nathaniel Branden en “Capitalismo: El ideal desconocido” de Ayn Rand:
Cuando el hombre descubrió cómo hacer el fuego para calentarse, su necesidad de pensar y esforzarse no cesó, tampoco cesó cuando descubrió cómo fabricar un arco y una flecha; tampoco cesó cuando extendió su expectativa de vida de los 19 años de edad a los 30, 40, 50, 60 o 70 años de edad; mientras exista (la mente),su necesidad de pensar y esforzarse no cesará jamás.
Te pregunto, ¿En dónde aparece el estado en todo esto?
Loco, tenes la capacidad de transformar tu vida, podés ser competente sin la ayuda del estado. Del esfuerzo y voluntad es de donde sale la mejora individual. En eso no hay atajos. Un país progresa cuando se estimula y canaliza productivamente las energías creativas de sus habitantes, ¿Es el caso de Argentina? Deberíamos formularnos la siguiente pregunta ¿Qué pasará con aquellos que no quieran aprender nuevas habilidades? Te lo dejo a vos.
“La verdadera civilización será medida por el individuo, la unidad de toda vida social; por su individualidad y hasta qué punto es libre para desarrollarse y expandirse sin el estorbo de la invasora y coercitiva autoridad.” (Emma Goldman, Individuo, sociedad y Estado)
Como liberales está en nuestro deber defender la libertad y pregonarla para así estar cada día un poquito más cerca de terminar con tanta decadencia que tanto mal nos ha hecho.